La historia trágica de Adam, un niño de 11 años, es una entre las innumerables que se viven en Gaza, pero su caso ha conmovido especialmente a la opinión pública internacional y a la prensa italiana en las últimas semanas.
Adam fue el único sobreviviente entre sus diez hermanos tras el bombardeo de su vivienda en Jan Yunis el 24 de mayo. Solo él, su padre y su madre, Alaa al Najjar, lograron salir con vida del ataque. Sin embargo, su padre falleció días después a causa de las heridas. Su madre, una pediatra de 36 años, se encontraba trabajando en el hospital local la noche del ataque.
La tragedia comenzó a revelarse cuando Alaa, aún de guardia, vio llegar los cuerpos de sus propios hijos al hospital. Al correr a su casa, presenció cómo rescataban los cadáveres de los demás. En ese momento, salvar a Adam, herido de gravedad, se volvió un propósito vital. La familia solicitó ayuda a través de una entrevista, y fue entonces cuando el gobierno italiano, liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni, respondió con rapidez.
Italia fue uno de los primeros países en ofrecer refugio, y también la opción preferida por la familia. Finalmente, la noche del miércoles, Adam y su madre aterrizaron en el aeropuerto de Linate, en Milán.
En una conversación con el diario La Repubblica antes de su partida, Adam expresó un deseo desgarrador: “Quiero vivir en un lugar bonito, donde no caigan bombas, las casas estén enteras y pueda ir a la escuela”. Añadió que en ese lugar ideal los niños estudian, juegan en el recreo y nadie muere, donde su brazo será tratado y su madre podrá volver a sonreír. “Me dijeron que Italia es un lugar bonito”, afirmó.
Al bajar del avión, Adam llevaba un balón amarillo como regalo. Aunque se encuentra estable, sigue con una herida en la cabeza y su brazo izquierdo —el más afectado— permanece vendado. Ha sufrido fracturas y daños nerviosos, por lo que los médicos del hospital Niguarda de Milán trabajarán para recuperar al máximo su movilidad. Fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
Tanto Adam como su madre se mostraron profundamente agradecidos al llegar a suelo italiano. Además, vivieron un emotivo reencuentro en el aeropuerto con la hermana de Alaa, residente en Canadá, a quien no veía desde hacía 12 años.
“Quiero empezar un nuevo capítulo en nuestras vidas”, dijo Alaa en una entrevista. Planea que, tras la recuperación de su hijo, él aprenda italiano y retome sus estudios.
Ante la pregunta de si le duele dejar Gaza, Alaa fue clara: “Estoy devastada. Dejé atrás a mi esposo, a mis hijos, a mis pacientes. Gaza, hace dos años, era un buen lugar para criar niños. Ahora, solo queda hambre y destrucción. Lo único que queremos es vivir en paz, disfrutar del mar y estar juntos. Pero ya no queda nada”.
Sobre sus hijos, se limitó a decir: “Eran felices y hermosos antes de la guerra”. Adam era el segundo mayor; sus hermanos tenían entre 12 años y seis meses.
Durante la conversación, Alaa mencionó cómo su fe la sostiene en medio del dolor. “Han sido días muy duros, pero sé que mis hijos están vivos en el paraíso. A quienes mueren injustamente, Dios les concede las más altas recompensas. Aunque me duela no poder abrazarlos más, tengo la certeza de que ahora tienen lo que Gaza no pudo darles”.
Adam ya conoce toda la verdad, relató su madre. “Le insisto en que debe ser fuerte y crecer como una buena persona. Cuando llora por sus hermanos, le recuerdo que tuvo la fortuna de sobrevivir. Si le duele el brazo, le explico que el dolor es señal de vida, y que sus hermanos no sintieron nada al morir”.
El traslado a Italia se realizó en un avión militar C130, acondicionado con personal médico y equipos sanitarios. Junto a Adam viajaban otros cinco niños heridos de Gaza. Uno fue trasladado al Policlínico de Milán, otro al hospital Papa Giovanni XXIII en Bérgamo, y tres más a centros en Turín.
Además, llegaron dos aviones adicionales con 17 menores heridos y 55 acompañantes, que fueron distribuidos en hospitales de seis regiones italianas. Los vuelos partieron desde el aeropuerto Ramon, en Eilat, al sur de Israel.
Italia, según su propio gobierno, ha sido uno de los países que más niños heridos ha evacuado desde que comenzó la ofensiva israelí en Gaza: un total de 133 menores.
“Seguiremos brindando toda la ayuda que esté a nuestro alcance. En los rostros de estos niños se refleja el horror de la guerra. Es momento de que cesen los bombardeos”, declaró Tajani.
No obstante, Italia ha mantenido una posición ambigua respecto al conflicto. Fue uno de los países que se opuso a revisar el acuerdo de asociación entre la UE e Israel tras la ofensiva de Gaza. Incluso después de que la Corte Penal Internacional emitiera en noviembre de 2024 una orden de detención contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra, el propio Tajani descartó arrestarlo en territorio italiano.
Con Giorgia Meloni alineada con la postura del expresidente Donald Trump, Italia ha mostrado una actitud de cautela hacia Israel. Matteo Salvini, líder de la Liga y vicepresidente del Ejecutivo, incluso viajó a Israel para expresar su apoyo a Netanyahu.
Italia no reconoce al Estado palestino y se ha abstenido en votaciones clave en la ONU, como la solicitud de un alto al fuego en diciembre de 2023, el reconocimiento de Palestina como Estado miembro en mayo de 2024, y la exigencia de retirada israelí de territorios ocupados en septiembre del mismo año.