PASO INICIAL HACIA LA ELIMINACIÓN DE SUBSIDIOS
El Gobierno nacional ha tomado una decisión importante al retirar el subsidio al diésel para la flota atunera industrial, un sector que en los últimos años ha demostrado tener un músculo financiero suficiente para empezar a sostenerse sin ayuda del Estado. Esta política, que acompañada de medidas compensatorias pueden fortalecer el liderazgo de esta industria en el mercado internacional, debe marcar un precedente clave para futuras decisiones similares.
El ahorro que esto representa, aunque modesto por ahora, empezará, sin duda, a aliviar la caja fiscal, que año a año se ve presionada por el sacrificio millonario en subsidios, recursos que a partir de ahora podrían redireccionarse a otros sectores o segmentos de la población con mayores necesidades. Sin embargo, la implementación de una medida como esta debe ser integral y estar complementada con una política de riguroso control y vigilancia.
Es fundamental que las autoridades competentes mantengan supervisión constante para evitar, por ejemplo, que se disfrace de consumo artesanal otro tipo de usos del diésel subsidiado. Solo con controles efectivos esta política cumplirá su objetivo de focalizar las ayudas hacia quienes verdaderamente las necesitan, garantizando que los recursos públicos se destinen con criterios de equidad.