Horas antes de asumir el poder, el presidente Daniel Noboa insistió en que la creación de empleo sería uno de sus principales desafíos. Para lograrlo, planteó una receta basada en reactivar la economía con obra pública y atraer inversión privada para así cumplir su promesa de generar un millón de empleos en cuatro años. Sin embargo, en pleno 2025, la realidad laboral del país parece ir en otra dirección. Según el INEC, Ecuador tiene 13,3 millones de personas en edad de trabajar, pero solo 8,5 millones forman parte de la población económicamente activa. De ese grupo, más de 5,7 millones están en el desempleo, subempleo, la informalidad o trabajan sin remuneración. En el panel del programa POLÍTICAMENTE CORRECTO, tres analistas coincidieron en que la clave está en mirar hacia el futuro y apostar por la tecnología, así como modernizar el sector agrícola y actualizar la educación. Andrés Isch, exministro de Trabajo y director ejecutivo de Lab 593, advirtió que el 35% de los empleos actuales podrían desaparecer por efecto de la automatización y la inteligencia artificial.
Por eso, considera urgente tecnificar el agro, una labor que se mantendrá permanentemente en el país, pero que actualmente apenas el 1,8% de los trabajadores son jóvenes. El empresario y articulista Paul Palacios respalda esta visión. Asegura que el Estado debe enfocarse en tecnificar el trabajo agrícola, ya que actualmente esas labores son vistas como mal remuneradas y de baja dignidad, lo que ha provocado que las nuevas generaciones se alejen del campo y migren a las grandes ciudades antes que aprovechar sus haciendas. “Ya no se necesita más mano de obra en el campo, lo que se necesita son técnicos agrícolas que mejoren la productividad. Una hacienda ganadera sin tecnificación puede generar ganancias de apenas el 3%, pero con tecnología puede alcanzar hasta el 9%”, explicó Palacios. Gisela Montalvo, presidenta de la Cámara de Tecnología del Ecuador y vicepresidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano, sostiene además que uno de los pasos clave para generar empleo es transformar la educación superior. En ese sentido, propone actualizar los planes de estudios académicos e incentivar a los jóvenes a optar por carreras tecnológicas e ingenierías, en lugar de las tradicionales como Derecho, Educación Inicial o Medicina.
¿PUEDE NOBOA CUMPLIR SU PROMESA DE UN MILLÓN DE EMPLEOS EN 4 AÑOS? Andrés Isch considera que la única forma en la que el gobierno de Daniel Noboa podría cumplir su promesa de generar un millón de empleos es reactivando la economía desde el exterior. A su criterio, no es urgente una reforma laboral, sino atraer inversión privada y extranjera para incrementar el Producto Interno Bruto (PIB). “Por cada punto que crece el PIB, se generan alrededor de 60 mil plazas de trabajo. Para alcanzar el millón de empleos prometido, la economía tendría que crecer al menos cuatro puntos por año”, explicó. Por su parte, el empresario Paul Palacios cree que esta meta será imposible de lograr si el Gobierno no implementa una estrategia clara y contundente contra la inseguridad que, afirma, ha golpeado al empleo en todas sus dimensiones, especialmente en los pequeños y medianos negocios y emprendimientos que han cerrado por las extorsiones. Según Montalvo, el cambio es urgente porque hoy las carreras más demandadas están en áreas como inteligencia artificial, ciberseguridad y analítica de datos, sectores que empiezan a abrir más oportunidades también en Ecuador. “No es solo en Ecuador. En el mundo se estima que se perderán unos 100 millones de empleos tradicionales, pero se crearán cerca de 70 millones en habilidades tecnológicas y digitales. Para eso existen los bootcamps, que son programas intensivos que preparan a los estudiantes en habilidades del futuro en apenas seis meses”, explicó.