LA CUESTIÓN DEL AGUA
La cruzada privada por luchar contra la desnutrición infantil toma nueva forma desde hoy con el programa Agua para Todos. Así como el programa gubernamental para erradicar la Desnutrición Crónica Infantil nació en el seno de una empresa privada de alimentos, y fue calando tanto en lo público como en lo privado, hasta instalarse como un “acuerdo nacional”. Asimismo tendrá que ocurrir con la calidad y el acceso al agua limpia. En el lanzamiento de este innovador programa en la Universidad Católica en Quito, se juntaron actores de la sociedad civil, académicos, grandes empresas, oenegés y juntas de agua; lo que presentan es tan aterrador como esperanzador. Uno de cada cuatro vasos de agua que consume una persona en Ecuador contiene e-coli; una bacteria, en muchos casos mortal, presente en las heces fecales de aves y mamíferos. Tan grave es la presencia de sustancias químicas (residuos medicinales) y metales pesados como cadmio, plomo y mercurio, estos últimos incluso en el agua de vertientes naturales. Todo esto causa problemas gastrointestinales en la población, pero también, a un desgaste neuronal que marca la diferencia en el desarrollo cognitivo desde la infancia. Es decir, la mala calidad del agua en Ecuador mina la capacidad cognitiva —la inteligencia— de la población. La culpa no la tiene una persona, una empresa, un alcalde o un gobierno, pero todos ellos cargan con la responsabilidad de educar, gestionar y supervisar el bienestar de los suyos. Este es un problema de todos y uno que deberá convertirse en una cuestión política, pues solo con la articulación de todos los involucrados se podrá empezar a buscar soluciones reales.