Una jueza estadounidense bloqueó el viernes 23 de mayo de manera temporal la decisión del gobierno de Donald Trump de impedir que la Universidad de Harvard matricule y acoja a estudiantes extranjeros, por considerar la medida inconstitucional. El jueves, la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, revocó la potestad de Harvard para matricular a extranjeros, amenazando el futuro de miles de estudiantes y los valiosos recursos que inyectan a la institución.
Pero Harvard presentó una demanda en contra de la medida y la jueza Allison Burroughs, del tribunal federal de Massachusetts, prohibió el viernes “a la administración Trump implementar la revocación de la certificación SEVIS (Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio)”. La decisión gubernamental ha quedado suspendida hasta una audiencia judicial preliminar el 29 de mayo.
Más de un cuarto de los alumnos de Harvard son extranjeros. Trump está furioso con Harvard, de donde han salido 162 premios Nobel, por rechazar su exigencia de que se someta a supervisión en materia de admisiones y contrataciones. Para el mandatario, la universidad es un foco de antisemitismo e ideología liberal progresista. Su gobierno ya amenazó con revisar USD 9.000 millones de financiación gubernamental a Harvard, congeló una primera partida de USD 2.200 millones en subvenciones y 60 millones de dólares en contratos oficiales, y deportó a una investigadora de la Facultad de Medicina de esa universidad.