Manta se ha consolidado como un imán para la inversión inmobiliaria, especialmente entre migrantes ecuatorianos que buscan departamentos frente al mar para alquilarlos a través de plataformas, como Airbnb, y para vacacionar durante sus visitas al país. Esta alternativa fue uno de los temas abordados en un foro por expertos y corredores de bienes raíces que analizaron las tendencias, proyectos y proyecciones de este mercado.
Cristhian Anchundia, arquitecto participante del foro, destacó que los departamentos en edificios frente al mar son los más demandados, principalmente por ecuatorianos que trabajan en el exterior, especialmente en Estados Unidos, Canadá y Europa. “Quieren retornar a Ecuador en el futuro y tener un lugar donde vacacionar. Si no, lo prestan a sus familias que viven en ciudades como Quito o Cuenca”, explicó.
La inversión inmobiliaria en Manta para 2025 está proyectada en $165 millones, impulsada por la construcción de torres residenciales y hoteles en el borde costero, según datos del Municipio. En 2024 se reportó que en los próximos dos años se sumarían 1.500 departamentos frente al mar, con proyectos como el edificio Skorpios en el barrio Perpetuo Socorro y las Torres Élite en la urbanización Ciudad del Mar.
Estas estructuras, muchas con aisladores sísmicos y diseños bioclimáticos, reflejan el enfoque en calidad y seguridad que atrae a los inversionistas. Anchundia detalló que en la gama básica, con acabados de lujo, el metro cuadrado comienza en $ 350-$ 500; en gama media, entre $ 550 y $ 900; y en acabados de lujo puede alcanzar $ 1.000-$ 2.000.
Los departamentos, valorados en más de $ 100.000, son los más buscados por su potencial de revalorización y rentabilidad en alquileres turísticos, destacó el experto. Cristina Buchelly, arquitecta de Century 21, subrayó el auge de los departamentos adquiridos por migrantes para alquileres tipo Airbnb o arrendamientos de larga duración mientras están fuera del país.
“La plusvalía en Manta está en aumento, lo que genera ganancias significativas. Este es el boom inmobiliario de la ciudad y creemos que durará muchos años más”, afirmó. Los precios de propiedades frente al mar oscilan entre $ 90.000 y $ 500.000, con una plusvalía en constante crecimiento en zonas como Barbasquillo y la vía San Mateo. Gonzalo Díaz, inversionista inmobiliario, destacó el potencial de Manta debido a su clima, playas y servicios básicos, que atraen tanto a constructores como a compradores.
Zonas como Barbasquillo, conocida por su desarrollo comercial y residencial, y el Montecristi Golf Club, que combina biodiversidad con un entorno exclusivo, son particularmente atractivas. “Hay proyectos diseñados específicamente para migrantes, promocionados en el exterior, porque invertir en Manta es más barato y accesible que en otros países”, señaló Díaz.
Mónica Zambrano, corredora de bienes raíces, resaltó que Manta no solo capta inversión nacional, con compradores de Cuenca, Quito y Guayaquil, sino también internacional, especialmente de jubilados extranjeros y migrantes que buscan un lugar para regresar tras su retiro. “Manta es un punto de inversión para quienes desean volver a su tierra y tener un hogar propio”, afirmó.