YA BASTA DE MENTIRAS
Para mentir se necesitan dos: el que miente y el que cree la mentira. Los políticos han adoptado la mala costumbre de maquillar descaradamente la realidad ante los ciudadanos, y estos suelen creerles cada palabra, empezando por el baratillo de ofertas de cada campaña electoral, que se queda en palabras y nunca ve la luz.
¿Cómo sentirse cuando, luego de debates y debates sobre leyes y reformas en el Parlamento, ellos son los primeros en inobservar los cambios que promovieron? Y de esos, hay muchos casos. Es una de las tantas ficciones del Ecuador.
¿Alguien sabe de dónde proviene el financiamiento de los candidatos en cada campaña electoral? Seguramente ni el propio Consejo Nacional Electoral lo sabe. Ahora que está en debate la eliminación del financiamiento estatal para la promoción de los candidatos, debería ser más transparente el origen de ese dinero. Si hay empresas o personas naturales que desean aportar a una u otra candidatura, no debería haber nada de malo en ello ni ser censurado de ninguna manera.
Hay que empezar a sincerarse. Ser coherentes. Promover lo que se cree que es correcto y defenderlo. Apoyar frontalmente al aspirante que mejor representa los intereses de su empresa o su familia. Colocar un velo de secretismo solo alienta estas malas costumbres de maquillar la realidad.