El Papa León XIV presidió este domingo 11 de mayo su primer rezo del Regina Coeli desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, apenas tres días después de haber sido elegido como nuevo jefe de la Iglesia Católica. Ante una multitud de unas 100 000 personas, el pontífice entonó en latín el tradicional canto mariano, marcando así su primera aparición dominical pública desde su elección.
La celebración coincidió con el cuarto domingo de Pascua y con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, ocasión en la que León XIV aprovechó para hacer un llamado a la renovación espiritual y vocacional en la Iglesia. Además, el Papa centró su mensaje en los conflictos actuales, pidiendo de forma urgente un compromiso global con la paz.
“Llevo en mi corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano”, afirmó el pontífice, quien instó a que se haga “todo lo posible para alcanzar lo más pronto posible una paz auténtica, justa y duradera”.
En su intervención, también hizo referencia a la guerra en Gaza, pidiendo una solución que respete la dignidad de todas las personas afectadas por la violencia. Asimismo, solicitó la liberación de todos los prisioneros del conflicto entre Rusia y Ucrania y expresó su deseo de que los niños desplazados puedan regresar pronto a sus hogares.
Antes del rezo, el Papa visitó las grutas vaticanas para orar ante las tumbas de varios pontífices, entre ellos Juan Pablo II y Benedicto XVI.
La jornada estuvo marcada por una gran afluencia de fieles, peregrinos y turistas que desde primeras horas de la mañana se congregaron en la Plaza de San Pedro, portando banderas de numerosos países. Muchos buscaban un buen lugar desde el que ver al nuevo Papa asomarse al balcón.
La festividad coincidió además con el Jubileo de las bandas musicales, lo que añadió un colorido especial a la jornada. Decenas de agrupaciones militares, civiles, estudiantiles y folklóricas desfilaron por la Via della Conciliazione y ofrecieron actuaciones musicales en la plaza.
El Papa no dejó pasar la ocasión para saludar de manera especial a los grupos de peregrinos presentes. Mencionó, entre otros, a fieles procedentes de Valladolid, Torrelodones y un grupo de médicos de Granada, así como a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que ondeaban una gran bandera de España. También saludó a representantes de Malta, Panamá, Dallas (Texas), Montesilvano (Chile) y a peregrinos de ciudades italianas como Palermo y Reggio Emilia, además de delegaciones internacionales como la British Bible Society.