LEÓN XIV Y LA IGLESIA ABIERTA
El jueves de la tercera semana del tiempo de Pascua para los católicos, fue elegido el reemplazo de Francisco. El misionero Robert Francisc Prevost es el nuevo pontífice. Su nombre papal: León XIV. Este sacerdote estadounidense, de 69 años, que pertenece a la orden de los Agustinos, se convirtió en el segundo Papa americano, luego de Francisco. León XIV llega al máximo puesto en la Iglesia cuando hay conflictos en varias partes del mundo, cuando ha comenzado un reacomodo de las más grandes potencias económicas y militares, y el cambio climático ha empezado a revelar sus consecuencias, afectando a los seres humanos y al planeta. También cuando en la Iglesia hay una división, que algunos consideran irreal, entre progresistas y conservadores. Y buscan un nuevo aire a la secularidad. Todo junto, puede convertirse en un reto de vida para el Papa León.
En su primer discurso habló de buscar una Iglesia misionera: “que construye puentes de diálogo, siempre dispuesta y abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos”. Ese mensaje fue reforzado casi al final: “Queremos una Iglesia sinodal, que camine, que busque siempre la paz, que busque siempre la caridad, estar cerca de quienes sufren”. Algo que se acerca a las ideas de Francisco. De hecho, desde el 30 de enero de 2023, León estuvo junto a Francisco. Primero como presidente de la Comisión para América Latina, como uno de sus acompañantes en los viajes, incluso, durante sus padecimientos. Así, León XIV apunta a ser un continuador de Francisco.