Y CORREA VOLVIÓ A PERDER

Abg. Ramiro Rivera Molina titulo

Político ecuatoriano que ocupó la vicepresidencia del Congreso Nacional entre 2003 y 2005 Profesor universitario en Universidad de las América Presidente del Grupo @elcomerciocom

El 5 de febrero escribí un artículo titulado: Correa volverá a perder. A la siguiente semana, el 12, otro artículo (El correísmo está perdiendo) analicé el fenómeno de la alta polarización y la dificultad que tendría Luisa González para ganar, pues su votación llegó a un techo infranqueable. Y en efecto, este 13 de abril, el correísmo sufre su tercera pérdida. Una severa y contundente derrota.  ¿El correísmo muere? Me preguntaba un observador internacional. Le dije no, mientras Rafael Correa viva encaprichado por controlar el poder para su impunidad.

 

Las elecciones ya no se ganan con el tremendismo, la retórica acrobática o el perreo para llegar a la juventud.  Adoptar varios roles terminaron difuminando la identidad de la candidata. La sensualización relativa a los sentidos y la sexualización de la imagen no siempre ayudan. Eso no engrandece, dignifica, ni retrata la inteligencia y el derecho a participar.  No sirve la estridencia, la agresión o el rencor, ni la confianza en el olvido. Tampoco los acuerdos y alianzas entre políticos. Al ciudadano común le importa un rábano, pues lo ve distante y ajeno. La fatalidad de los caudillismos, salvo que se incrusten y atornillen al poder como dictadura, poco a poco se arruinan y aniquilan.

 

Hay mujeres que han llegado al poder por su liderazgo e inteligencia. Citemos en América Latina el caso de Michelle Bachelet. Por otras circunstancias especiales, María Estela Martínez de Perón o Violeta de Chamorro. Por un caudillo, Dilma Rousseff o por maquinarias de corrupción, Cristina Fernández. Qué decir del liderazgo, firmeza y ponderación de Golda Mier, ex Primera ministra de Israel, Margaret Thatcher, en el Reino Unido; o, La canciller alemana Angela Merkel, respetada y elogiada. Resulta que, desde el interior de la estructura de la RC, su candidata es apodada de «Rana René», y que no ha leído ni la cubierta de un libro, según las confesiones de Verduga en el caso «ligados».

 

No puede ser único mérito para una candidatura la fidelidad al caudillo, ser dócil, o militante «orgánica», al afirmar que, aunque discrepe y no esté de acuerdo con el jefe, sale y obedece lo que dispone. La subordinación y la complicidad en la opacidad, no confieren credenciales para aspirar a la presidencia. En la RC hay mujeres inteligentes. ¿Recuerdan la famosa canción de Willie Colón, Talento de Televisión?:   No tiene talento, pero muy buena…/ tiene buen cuerpo y es otra cosa/Muy poderosa en televisión…En fin, Correa volvió a perder.

MÁS NOTICIAS

OPINIÓN

RETOS DEL NUEVO GOBIERNO

Se justifica que el presidente Noboa y su equipo hayan festejado su amplio triunfo avalado por observadores internacionales, aunque la candidata perdedora y su mentor Rafael Correa no lo reconocen, en actitud antidemocrática. Pero reconocen a Nicolás Maduro, que usurpa

Leer más »
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore