Las intensas lluvias e inundaciones registradas en los últimos días han provocado una caída del 30 % en las reservas hoteleras en las provincias de Guayas, Manabí y Azuay. Sin embargo, el turismo no se ha paralizado por completo, ya que los visitantes han modificado sus hábitos, optando por viajes de un solo día. Una de las zonas más afectadas es la comuna Dos Mangas, en la provincia de Santa Elena, donde el desbordamiento del río se llevó parte de la vía de ingreso.
José Tigrero, comunero del sector, afirma que “ni caminando ingresan”, lo que ha reducido considerablemente la afluencia de turistas a localidades cercanas como Manglaralto, Montañita y Olón. Situaciones similares se repiten en Manabí y Azuay, donde también se reporta una disminución significativa en la ocupación hotelera. A pesar de ello, el sector turístico se ha adaptado a la nueva realidad.
Muchos visitantes ahora prefieren viajes exprés de un solo día a destinos cercanos, como el balneario General Villamil Playas, en la provincia del Guayas, que luce repleto los fines de semana. Este comportamiento, poco común durante la temporada vacacional costera, ha obligado a los hoteleros a reinventarse. Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, “ahora están cambiando las vacaciones de la playa para ir a la Sierra, y lo que está pasando es que los hoteles están cerrando lunes, martes, miércoles y abren solamente jueves, viernes, sábado y domingo”.
Los empresarios del sector deben ingeniárselas para atraer más clientes, afirma José Nelson, presidente de la Cámara de Turismo de Playas, quien indica que han implementado promociones. Y mantienen la esperanza en el feriado de Semana Santa, así como en la disminución de las lluvias, para lograr que los turistas se animen a quedarse al menos una noche.
