El pasado viernes 28 de marzo, un terremoto de grandes proporciones azotó Birmania, un país del sureste asiático causando graves daños humanos y materiales. Según la junta gobernante de Myanmar, la cifra de muertos alcanzó a 2.056 personas, pero podría ir en aumento conforme avanzan las acciones de rescate.
Además, se informó sobre más de 3.900 personas heridas a causa de los efectos del terremoto, según las autoridades.
Imágenes en redes sociales han mostrado la magnitud del evento, en donde se evidencian edificios y casas completamente destruidos. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) se estima que alrededor de 20 millones de personas en el país dependen de la ayuda humanitaria que se les proporcione.
Con relación a la electricidad y comunicaciones, las autoridades están trabajando para el restablecimiento paulatino de los servicios que aún son intermitentes en ciertas zonas, lo que significa es que los familiares y amigos han llevado varios días sin noticias de sus familiares.
Un portavoz de la junta precisó que aún existen 270 personas desaparecidas tras tres días del terremoto con magnitud 7.7 y se realizan las labores de rescate para dar con el paradero de estas personas.
Birmania busca ayuda internacional
La junta militar ha solicitado ayuda a la comunidad internacional como Rusia, China, India, Singapur, Estados Unidos y la Unión Europea. Ya han arribado los primeros suministros de ayuda y los equipos de búsqueda se encuentran trabajando en las zonas más afectadas.