Un reciente informe de ONU Mujeres indica que Irán ha intensificado la vigilancia electrónica para señalar y multar a mujeres que no usen el hiyab. Las denuncias públicas y de organismos no gubernamentales como ONU Mujeres se intensifican en contra de Irán. El país ha aumentado el control para el uso obligatorio del hiyab. Este control ha llegado al punto de implementar la vigilancia electrónica con reconocimiento facial y drones. “A pesar de que han pasado dos años y medio desde que comenzaron las protestas en septiembre de 2022, las mujeres y las niñas de Irán siguen siendo objeto de una discriminación sistemática en la ley y en la práctica”, señaló el informe. El Gobierno ha recurrido a drones, cámaras en carreteras y reconocimiento facial en universidades para identificar a mujeres que no llevan el velo.
También implementó la app “Observer”, que permite a ciudadanos registrar la ubicación, hora y número de matrícula de vehículos donde haya mujeres sin velo, según un medio internacional. El organismo ha señalado que “este proceso da como resultado el envío de un SMS de alerta”. El informe señala un “preocupante patrón” de muertes de manifestantes, incluidas niñas, clasificadas como suicidios. Sus familias han sufrido “acoso judicial” y restricciones para realizar servicios de luto. Además, se documentaron simulacros de ejecución contra detenidos, incluidos niños, como forma de tortura psicológica. Las tensiones en ese país persisten desde la muerte de Mahsa Amini en 2022, luego de haber sido detenida por la patrulla de Arshad. Eso desató protestas masivas con más de 500 muertos y 22.000 detenidos. En abril de 2024 se reactivó con el “Plan Noor”, bajo el cual han sido arrestadas al menos 618 mujeres. En julio, agentes dispararon contra una mujer que huía tras recibir una advertencia por no usar velo, dejándola paralizada.