GENERAR CONFIANZA PARA LOGRAR LA REACTIVACIÓN
La contienda electoral expone, una vez más, la desconexión entre las ambiciosas promesas de campaña y la realidad económica del país. La competencia de los aspirantes a Carondelet se centra en quién dará mayor número de empleos, sin explicar los mecanismos para generarlos; o reducciones del IVA sin reales estrategias para suplir la caída en recaudación fiscal; o proyecciones de crecimiento económico en porcentajes que son más bien un deseo. Ofertas sin sustento que chocan contra la necesidad de la ciudadanía de conocer cómo se materializarán todas esas promesas. Ecuador requiere, con urgencia, propuestas respaldadas por planes técnicamente viables. La recuperación económica no surgirá con retóricas, ni decretos, sino a partir de un proyecto que genere confianza entre inversionistas, emprendedores y ciudadanos. Y la confianza solo se construye cuando existe claridad respecto al camino a seguir. El estancamiento económico que afecta al país es el resultado de años de improvisación en la gestión pública. Los candidatos tienen la obligación de presentar hojas de ruta que expliquen cómo enfrentarán los desequilibrios fiscales, la baja productividad, la informalidad laboral, etc. Ecuador no puede permitirse continuar rezagado, sin un norte claro y sin realizar los cambios estructurales que requiere para superar sus graves problemas.