El despertar de Angie Mora y su familia fue una pesadilla. En cuestión de minutos, su casa comenzó a agrietarse por el colapso de la vía cercana. La carretera se hundió y debieron salir de inmediato. “Cuando nos levantamos, la casa ya estaba un poco abierta. El resto de las cosas las dejamos allí porque no se podía hacer más; tuvimos que salir para salvarnos”, relató la mujer, aún conmocionada.
La emergencia ocurrió en el kilómetro 42 de la vía del cerro de Junín, parte de la ruta estatal E384. Al menos 300 metros de calzada cedieron, dejando temor entre los habitantes de la zona. Desde el Cabildo de Junín, junto con maquinaria de la Prefectura, se trabaja en la construcción de un camino paralelo para permitir un paso controlado de vehículos en un solo carril.
Durante este fin de semana, se han movilizado más de 30 volquetas de material con la intención de establecer una vía temporal que, según indican, podría estar operativa dependiendo de las condiciones climáticas. “La profundidad de este socavón es de unos 300 a 500 metros. Ahí realmente no se puede hacer nada. Esta vía alterna que estamos haciendo es la que posteriormente, cuando tengamos descanso del invierno, vamos a poder consolidar ”, explicó Jonas Intriago, alcalde de Junín.
Al menos 300 personas están en riesgo en la zona, ya que continúan los deslizamientos debido a la presencia de vertientes de agua en las partes altas del sector. Yamir Intriago, propietario de un restaurante, alertó sobre los peligros en la Tablada de Los Tigres, donde hay unas 20 casas comprometidas, además de otras siete familias afectadas cerca de donde se produjo el aluvión. Asimismo, en la zona conocida como La Cancha, hay alrededor de 29 familias expuestas.
A la crisis se suman los cortes de energía eléctrica y la interrupción del servicio de internet, que han complicado aún más la situación de los afectados.
