La Policía reportó que los cabecillas de la banda Pecho Amarillo se disfrazaban de agentes para llevar a cabo actos delictivos en Manta. Los detenidos fueron capturados en los barrios El Jocay, Las Cumbres y en el centro de la ciudad.
Este grupo también formaba parte de la organización criminal “Los Choneros”, y sus miembros estaban involucrados en delitos graves como sicariato, tráfico de drogas y homicidios.
Los detenidos eran conocidos por utilizar uniformes policiales para realizar sus crímenes, lo que les permitía pasar desapercibidos y generar un mayor temor entre los habitantes de la comunidad.