Bolivia enfrenta una grave crisis de abastecimiento de combustible, con largas filas de vehículos en las estaciones de servicio y denuncias de racionamiento y cierre de gasolineras. El gobierno de Luis Arce admitió que la escasez se debe a la falta de divisas para pagar la importación de diésel y gasolina, lo que ha generado parálisis en el transporte, protestas y bloqueos en varias regiones.
LARGAS FILAS Y P A R A L I Z A C I Ó N DE SERVICIOS En La Paz, cientos de conductores han tenido que esperar durante horas en las estaciones de servicio. Algunas gasolineras cerraron por falta de combustible, mientras que otras venden gasolina de forma racionada, según denunciaron los afectados.
El problema no solo afecta a vehículos particulares y del transporte público, sino también a flotas municipales de recolección de basura y maquinaria pesada, lo que ha puesto en riesgo los servicios esenciales en plena temporada de lluvias.