Un perro quedó sin hogar tras la muerte de su familia debido a un deslave en la ciudadela Fátima de Portoviejo.
Tras los sucesos los vecinos encontraron a su mascota, quien llora desconsoladamente. No sabian el nombre, por lo que, decieron colocarle Ruffo‘, quien esta encadenada y no para de ladrar.
Sus dos amigas, con quienes jugaban fallecieron. Arleth tenía 4 años y Alaya 6 meses.
El canino solo toma agua, llora y ladra.