El gobierno del presidente Donald Trump piensa confiscar un segundo avión perteneciente al gobierno del mandatario venezolano Nicolás Maduro, que se encuentra en República Dominicana.
La incautación fue ejecutada por el propio secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en su visita a República Dominicana, donde estaba retenida la aeronave desde abril de 2024 luego de que las autoridades detectaron que estaba involucrada en un plan para evadir las sanciones de Estados Unidos.
Para concretar la incautación requirió que Rubio firmara una solicitud de exención de congelación de ayuda extranjera para pagar más de USD 230.000 en cuotas de almacenamiento y mantenimiento. También requirió la aprobación del Departamento de Justicia.
El avión es un Dassault Falcon 200 de propiedad de Petróleos de Venezuela, utilizado por Maduro y asesores suyos para viajar a diversos países, como Grecia, Turquía, Rusia y Cuba. Por eso, el gobierno de Trump afirma que son violaciones a las sanciones de Washington.
La incautación del avión sucede una semana después de que el enviado de Trump para misiones especiales, Richard Grenell, visitó Caracas y se reunió con Maduro para hablar sobre la repatriación de nacionales venezolanos que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos. Grenell regresó con seis estadounidenses que estaban detenidos en Venezuela.
Estados Unidos incautó otro de los aviones de Maduro de la República Dominicana en septiembre de 2024. En aquella ocasión, el Departamento de Justicia indicó que asociados de Maduro utilizaron una empresa fachada del Caribe para ocultar su participación en la compra del avión de una empresa en Florida, algo prohibido. Se trató de un Dassault Falcon 900EX, valorado en USD 13 millones.
