Hay 348 radares instalados en las carreteras del país que son controlados por la Agencia y la Comisión de Tránsito del Ecuador, pero 224, es decir, el 64%, fueron clausurados desde agosto en las vías de Manabí, Los Ríos, Guayas, Santa Elena, El Oro, Azuay y Cañar. Esos dispositivos ya no sancionan a los conductores que circulan a exceso de velocidad porque según el Ministerio de Transporte generaban multas irregulares. La medida fue aplaudida por los transportistas, sin embargo, para organizaciones como la Alianza Global para la Seguridad Vial atenta contra la vida de los ciudadanos, Álvaro Guzmán, da más detalles: “Haber retirado los radares es irresponsable.
Las personas que han tomado esta decisión van a tener que cargar un problema mayor, y si había un problema con los contratos de los radares, lo responsable era mejorar las condiciones”. El problema se refleja en las cifras de la Agencia Nacional de Tránsito, ANT, pues en agosto cuando empezaron a inhabilitar los radares hubo 1 757 siniestros, pero desde septiembre hasta diciembre incrementó hasta 1 927 casos. Incluso los registros señalan que los fallecidos desde agosto pasaron de 173 a 245 en diciembre. Según el Programa Mundial de Seguridad Vial de Bloomberg, el problema se agrava porque desde el 6 de diciembre la CTE suspendió los operativos de control en carreteras. Andrea Flores, Coordinadora de la Iniciativa Bloomberg de Seguridad Vial, indica: “Estamos adaptando decisiones que impulsan la sensación de impunidad y esta falta de certeza de que si yo tengo comportamientos peligrosos no voy a tener consecuencias porque nadie me está controlando”