En los primeros días de su segunda administración, el presidente Donald Trump lanzó una operación masiva contra la inmigración irregular y detuvo a 538 inmigrantes indocumentados y la deportación de cientos de ellos.
Según la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), las redadas cumplieron con 373 órdenes de detención con casos de individuos condenados por delitos graves, como violación y conducta criminal sexual con menores. La Casa Blanca calificó estas acciones como el inicio de la “mayor operación de deportación masiva de la historia”y afirmó que las promesas de campaña se están cumpliendo.