Durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, el uso de fuegos artificiales se incrementa, pero su manejo indebido puede resultar en accidentes graves. Aunque la mayoría sabe de los riesgos de quemaduras, pocas personas están al tanto de que ciertos tipos de pirotecnia pueden liberar gases tóxicos si no se manejan correctamente.
Estos gases pueden afectar tanto a quienes manipulan los artefactos como a quienes se encuentran cerca. Un aspecto menos conocido es el riesgo de incendios que pueden desencadenarse por la acumulación de calor en los artefactos pirotécnicos mal almacenados. Al guardarlos en lugares inadecuados, como cerca de materiales inflamables o en espacios húmedos, se aumenta la probabilidad de que se produzcan fallos en su seguridad.
Es vital que estos productos se mantengan en lugares frescos y secos para reducir estos riesgos. Además, aunque muchas personas compran pirotecnia de tiendas autorizadas, pocos saben que el uso de ciertos fuegos artificiales puede estar restringido incluso en áreas donde su venta es legal.
En ciudades como La Línea de la Concepción, ubicada en el sur de España, cerca de la frontera con Gibraltar, el lanzamiento de cohetes está prohibido después de las 22:00 horas para evitar alteraciones en la paz pública y reducir los riesgos para la salud. Para disfrutar de los fuegos artificiales con seguridad, no solo se deben seguir las recomendaciones habituales, sino también considerar que el alcohol, al alterar los reflejos, es un factor importante en los accidentes.
Designar a una persona sobria para la manipulación de pirotecnia es crucial para evitar incidentes graves durante estas celebraciones.