¿UNA PROMESA VACÍA?
Es triste que los ecuatorianos hayan tenido que llegar al punto de ‘celebrar’ el fin de los apagones, como ha denominado el Gobierno a la ‘pausa’ de la crisis energética, cuando es obligación del Estado garantizar el derecho de acceso a los servicios básicos, en este caso a la energía eléctrica. Tan mal estamos como país que algunos ven como un ‘logro’ haber llegado a la suspensión de los racionamientos a pocos días de Navidad, ‘vendiéndole’ esta promesa al pueblo como una especie de regalo navideño, cuando detrás de esta situación hay ciudadanos que, desde el inicio de los cortes programados, han perdido sus trabajos o han visto afectadas sus fuentes de ingresos al intentar cubrir el déficit de energía con la compra de generadores. ¡No es justo! Pero también preocupa que esta ‘pausa’ no tenga claridad por parte del Gobierno, ya que es de conocimiento público que la crisis energética sigue vigente. Nadie ha salido a explicar qué sucederá desde enero, si la situación, con la ayuda de la venta de energía desde Colombia, el clima (por las lluvias en las zonas de las hidroeléctricas) y la implementación de otras fuentes de energía, estará controlada como para evitar nuevamente los apagones, sobre todo al inicio del invierno, cuando el calor y la humedad convierten las ciudades costeras en un ‘infierno.