Ante una crisis de natalidad que afecta a Japón desde hace 16 años consecutivos, la ciudad de Tokio decidió adoptar la semana laboral de cuatro días como una medida para fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Esta política, que comenzará a regir en abril de 2025, busca brindar mayor flexibilidad a los trabajadores y promover la conciliación familiar, con la esperanza de aumentar la tasa de nacimientos en la capital japonesa. La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, destacó que esta medida está especialmente orientada a empoderar a las mujeres, permitiéndoles equilibrar mejor sus responsabilidades laborales y la maternidad.
“Japón ha estado retrasado en empoderar a la mujer, un reto que sigue vigente, a pesar de los avances en otras partes del mundo”, señaló Koike. Con esta iniciativa, se espera beneficiar a los casi 10 millones de habitantes de la ciudad, creando un entorno que favorezca los encuentros íntimos entre parejas y un aumento en la natalidad.} Japón no es el único país que apuesta por la reducción de la jornada laboral. Actualmente, otras 25 naciones han implementado programas similares, como Canadá, Irlanda, España, Noruega y Nueva Zelanda, entre otras. Estas iniciativas suelen centrarse en reducir las horas de trabajo o limitar la semana laboral a solo cuatro días, priorizando el bienestar de los empleados y mejorando su productividad.