APROVECHAR LAS VACACIONES FORZADAS
Hay una gran posibilidad de que la crisis energética y la incertidumbre de su duración y consecuencias continúen durante varias semanas. La gran presión sobre la ciudadanía recae sobre lo personal, lo familiar y lo laboral. En los tres ámbitos ya se sienten efectos causados por la larga exposición a los cortes de luz, en algunas ciudades también de agua, y la ansiedad que generan los cambiantes e impredecibles cronogramas de apagones. Hay una visible sobrecarga de energía que requieren las tareas diarias, agotamiento emocional, insomnio, frustración, hasta desmoralización en quienes han perdido sus trabajos, no tienen clientes o han cerrado las puertas de sus negocios. La consigna se vuelve no solo vencer el miedo, sino tomar decisiones y actuar pese a éste. Este será el feriado más largo del año. Con cinco días de vacaciones, uno forzado por la crisis, pero con apagones, se puede aprovechar el tiempo para recargar energías y seguir adelante, aunque con esto no se justifique la ineficiencia estatal que tiene al país sumido en esta absurda situación. Por eso, para combatir la frustración y desidia, más allá de las suspicacias que genera eso de “ver las crisis como una oportunidad”, las personas pueden reorganizar su día a día para ser más eficientes y aprovechar la cercanía con la familia para apoyarse entre sí. Además, pueden practicar técnicas de relajación física o control de la respiración. O simplemente pasar buenos momentos en compañía de la familia y amigos.