Festival Cultural Flor de Septiembre

Dr. Carlos Intrigado Macías

Carlos.intriagomacias@ gmail.com

EEl Festival Cultural “Flor de Septiembre”, celebrado anualmente en Manabí, es una celebración vibrante que refleja el espíritu de la comunidad manabita a través del arte y la cultura. Fundado en 1965 por el reconocido poeta Horacio Hidrovo Peñaherrera, este festival surgió como una respuesta creativa a la necesidad de ofrecer espacios donde la juventud pudiera expresar su talento y amor por la cultura. Con los años, se ha convertido en un evento fundamental que no solo enriquece la vida cultural de la región, sino que también ofrece una alternativa positiva en tiempos de creciente violencia y delincuencia. Desde sus inicios, el festival ha crecido tanto en alcance como en participación, ofreciendo una programación diversa que incluye presentaciones de orquestas sinfónicas, concursos de teatro, lectura comprensiva, ortografía, caligrafía, y más. Este evento se ha consolidado como un punto de encuentro para miles de personas que celebran la riqueza de las tradiciones culturales manabitas y ecuatorianas.

Las instituciones educativas desempeñan un papel crucial en el festival, involucrando a sus estudiantes en actividades como oratoria, dibujo, canto, poesía, declamación, periódico mural, danza, y muchas otras, promoviendo así una educación integral que valora tanto el desarrollo académico como el artístico. En una región como Manabí, donde la violencia y la delincuencia organizada han escalado en los últimos años, afectando profundamente a las comunidades y poniendo en riesgo a los jóvenes, el Festival Cultural “Flor de Septiembre” ofrece un respiro y una oportunidad para cambiar el rumbo. La participación en el festival permite a los jóvenes encontrar un espacio seguro para expresar sus emociones, desarrollar habilidades artísticas y conectarse con sus raíces culturales, alejándolos de las influencias negativas de las calles. En este contexto, la creatividad y la cultura se convierten en herramientas poderosas de resistencia frente a la violencia. El impacto del festival va más allá de los jóvenes, beneficiando a la comunidad en general al fomentar un ambiente de cohesión social y orgullo cultural. Las actividades culturales promueven el sentido de pertenencia y fortalecen los lazos comunitarios, esenciales en un entorno donde la inseguridad puede fragmentar el tejido social.

La presencia de familias, amigos y vecinos en las distintas actividades del festival crea un espacio seguro y enriquecedor, donde todos pueden disfrutar y aprender juntos. Además, la colaboración entre instituciones educativas, gobiernos locales y patrocinadores privados demuestra que una comunidad unida en torno a un propósito común puede superar desafíos significativos. En un tiempo donde las opciones para los jóvenes son cada vez más limitadas, el Festival Cultural “Flor de Septiembre” se presenta como una valiosa alternativa para combatir la delincuencia y la violencia. Al ofrecer un espacio donde los jóvenes pueden desarrollarse de manera creativa y positiva, el festival no solo evita que caigan en actividades ilícitas, sino que también les ofrece un camino diferente, lleno de posibilidades y esperanza para un futuro más seguro y próspero. La cultura y el arte se transforman así en herramientas poderosas para cambiar vidas y construir una sociedad más justa y cohesionada.

Es importante destacar que, a lo largo de su existencia, el festival nunca había generado tanto entusiasmo y compromiso con el movimiento cultural como en los últimos tres años. Bajo la dirección del profesor e intelectual manabita, Ab. Jhonny Cevallos Ardila, y con el decidido apoyo de la rectora Magíster Margarita Moreira Vera, la “Flor de Septiembre” ha alcanzado su máximo nivel de esplendor y relevancia. El pasado viernes 30 de agosto, con un sol radiante, se inauguró el monumento a la “Flor de Septiembre” en un evento que contó con la presencia de las autoridades del plantel y de la provincia de Manabí. Durante la ceremonia, el Ec. Leonardo Orlando Arteaga expresó que era una enorme alegría entregar una obra trascendental para seguir promoviendo la cultura en todas sus manifestaciones, desde la visión de la Unidad Educativa Olmedo. Manifestó que se pondrán en marcha concursos de oratoria, lectura, pintura, poesía, cine y novela para que la “Flor” brille más que nunca, más allá del infinito. Por su parte, Jhonny Cevallos Ardila señaló que este es el tipo de trabajo que permite extirpar los males de la sociedad, reafirmando el poder transformador del arte y la cultura para construir una comunidad más fuerte y resiliente.

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