El dolor de una madre que perdió a su hija de 9 meses

Jamileth Villigua se aferra al féretro en tono blanco y no deja de llorar. Un dolor profundo embarga su corazón. En ese ataúd, colocado en la sala de su humilde vivienda, en Manta, Manabí, duerme eternamente su angelito, su niña Ashly.

 Es una escena conmovedora . Es difícil no estremecerse ante la dramática imagen. “Ahora la veo en una cajita y parece una muñequita de porcelana”, expresó la entristecida mamá, mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas y su voz se entrecorta cuando cuenta sobre su pérdida irreparable.

 Esta joven madre luchó, pero no verá crecer ni jugar a su princesita que fue llamada al cielo. Detrás de la muerte de la pequeña de apenas 9 meses hay una historia dramática. Cuando ella apenas tenía dos meses, su madre notó ciertas anomalías.

 No levantaba la cabeza o movía los dedos de forma normal. Luego de varios chequeos médicos, el pasado 30 de julio le fue detectado Atrofia Muscular Espinal (AME), grado I. 

La atrofia muscular es la disminución del tamaño del músculo, perdiendo fuerza en relación con su masa. Afecta a las células nerviosas de los músculos esqueléticos generando parálisis parcial o completa. Para luchar contra esta enfermedad, la menor de edad debía recibir el medicamento considerado el más caro del mundo, cuyo valor asciende a los 2 millones de dólares.

 Aslhy requería una ampolla cada cuatro meses, la misma que estaba valorada en 85 mil dólares. Según contaron allegados, la familia es de escasos recursos económicos. Jamileth no podía trabajar porque debía estar bajo el cuidado minucioso de su pequeña, mientras el padre realizaba diversas labores para poder llevar la comida a casa y cubrir ciertos gastos.

 La menor falleció la madrugada del 13 de agosto de 2024, en Manta. Por versión de familiares cercanos, a la niña le dio 4 infartos y fue llevada a una clínica con el afán de salvarle la vida. En los últimos días se había complicado con una gripe que derivó en una neumonía.

 Tales complicaciones eran producto de la Atrofia Muscular Espinal. La nena que el próximo 22 de octubre cumpliría su primer año, recibió el llamado del Señor. Aslhy era la tercera de tres hijos, la consentida de sus seres queridos y era una razón de lucha para seguir adelante. 

Decenas de personas acudieron al velatorio del angelito la mañana de este miércoles 14 de agosto y para horas de esta tarde estaba previsto su último adiós en el cementerio de la parroquia Eloy Alfaro, en Manta.

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