Entre abril y junio, las industrias de la construcción y manufactura, que son de los sectores más dinamizadores de la economía ecuatoriana, han experimentado un pesimismo sostenido sobre su crecimiento económico en 2024. Así lo demuestra el último informe del Índice de la Expectativa de la Economía (IEE) del Banco Central. Esto coincide con un informe del propio instituto, que advirtió que la economía entró en recesión en el primer trimestre de 2024. De acuerdo a la metodología aplicada, el ciclo del Producto Interno Bruto (PIB) se ubicó por debajo de su tendencia de largo plazo en ese periodo. El IEE es elaborado con base a la opinión de los directivos de las empresas de varios sectores, y puntúa si existe optimismo o desconfianza dependiendo de los siguientes factores:
• Si el IEE resultante es mayor a 50 puntos, significa que se encuentra en un umbral “optimista”, es decir, existe una mayor confianza empresarial.
• Por el contrario, cuando el IEE es menor a 50 puntos se encuentra en un umbral “pesimista”, es decir, existe una menor confianza empresarial.
El sector de la construcción alcanzó un pico de confianza en marzo de 2024, ubicándose en 61.3. Sin embargo, la situación se empeoró consecutivamente, llegando a un puntaje de 43.7 Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de Construcción de Ecuador (Camicon) apuntó que desde 2015 el sector de la construcción está paulatinamente decreciendo. “Hace 10 años éramos los mayores generadores de fuentes de empleo, a esa gente no escolarizada, a la gente que apenas ha terminado su ciclo básico.
Generábamos alrededor de 550 000 trabajos”, comentó. Sin embargo, dijo que la situación ha empeorado por la falta de obra pública. Indicó que si bien han existido incentivos, como la devolución del IVA a constructores, no se ha implementado medidas para una verdadera reactivación. Señaló que hace 10 años, en el Presupuesto General del Estado se destinaba USD 16 000 millones para la obra pública, pero ahora es de USD 390 millones. Señaló que desde su espacio están promoviendo que las decisiones se tomen desde lo técnico, y no desde lo político, para evitar errores y promover mayor ejecución de presupuesto en obras. EL PESIMISMO TAMBIÉN ESTÁ PRESENTE EN LA MANUFACTURA En el lado de la manufactura, se repitió la situación de la construcción. En marzo hubo mejores expectativas, pero en junio, el pesimismo se manifestó con un puntaje de 43.3. Andrés Robalino, representante legal de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (CIPEM), un gremio representativo del sur de Ecuador, apunta que a diferencia del cacao y el camarón, la manufactura ha vivido un semestre de pérdidas permanentes y ventas reducidas.
“Eso responde a faltas de políticas públicas en temas de competitividad. No se solucionan los problemas de la burocracia, y los golpes del tema tributario afectan el sector”, comentó a Ecuavisa.com. Dijo que la inseguridad ha afectado a su industria, porque al complicarse las rutas de transporte a la Costa ante el incremento de robos y hechos violentos, se han reducido las ventas. También adujo que no existe coordinación entre ministerios cuando se trata de tomar una decisión que incide en los costos de producción de las industrias, como la venta del diésel que se usa para las maquinarias. Además, manifestó que el control de la informalidad e ilegalidad en el Ecuador está descontrolada, lo cual afecta al desenvolvimiento de las empresas que actúan bajo la ley. “La falta de control de las instituciones públicas Hacen que competir con la informalidad sea imposible”, comentó. Para mejorar la situación, Robalino solicitó al gobierno que se implemente una política pública presidencial de competitividad para hacerle frente a los costoss de producción, y que para que verdaderamente sea ejercida, debe ser ordenada desde el mandatario.
