Usd 1,4 millones se destinaron para compra de medicamentos para la hemofilia

Años atrás, los pacientes con hemofilia se hacían transfusiones de crioprecipitado (sustancia de la sangre donde se encuentra el Factor VIII) para mejorar su coagulación. Este procedimiento era peligroso, porque como no había mucho control los pacientes se contagiaron de enfermedades, recuerda María del Carmen Trujillo. Ella es médica y líder del Servicio de Hematología del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo, en Quito.

 Esa realidad -cuenta Trujillo cambió con la llegada del Factor VIII, un compuesto que cubre la falta de este factor en las personas con hemofilia que se caracteriza por los sangrados abundantes en caso de cortes o lesiones en hombres -las mujeres son portadoras y no presentan la enfermedad-.

 “Les cambió totalmente la vida, ya que no hay riesgos de contagios”. A esto se suma -dice la especialista- que antes se ponían el Factor VIII cuando tenían un sangrado incontrolable. Hoy se lo colocan como profilaxis tres veces por semana para evitar el sangrado en caso de un accidente. 

“Se lo aplican solos o con ayuda de sus familiares; ya no en el hospital, por lo que su vida mejora notablemente”, explica Trujillo. En el Eugenio Espejo hay 64 pacientes con hemofilia A (Factor VIII), cuatro con hemofilia B (Factor XI) y 13 con enfermedad de Von Willebrand (Factor Von Willebrand y Factor VIII). Ellos reciben el tratamiento y atención médica cada tres meses.

 Abdón Calero, de 74 años, es uno de ellos. A él le detectaron hemofilia desde los 2 años, por lo que ya ha aprendido a vivir con esta enfermedad genética. Cuenta que es muy disciplinado con la administración del Factor 8 para el controlar su enfermedad. En su caso no se aplica en casa, sino va a un lugar cercano a su casa para la colocación del Factor VIII. “Me siento feliz de contar con este factor porque me inyecta vitalidad”. Daniela Tinoco, bioquímica y encargada del Programa de Hemofilia en el Eugenio Espejo, señala que el abastecimiento de los factores para la hemofilia está completo. 

Durante el año no han tenido problemas de dotación. De hecho, el factor para la hemofilia es guardado en un lugar con refrigeración porque necesita frío para su almacenamiento. 

Cuando los pacientes se llevan el medicamento lo hacen en coolers para mantener la cadena de frío. Cada dos meses hacen el pedido y les entregan el producto. La semana anterior, por ejemplo, llegó un contingente de Factor VIII plasmático 250 UI y 500 UI para los pacientes con hemofilia A como Abdón. 

Josep Alvarado, director nacional de Abastecimiento de Medicamentos, Dispositivos Médicos y Otros Bienes Estratégicos en Salud, destacó que la inversión destinada para la llegada de los factores es de USD 1,4 millones. El contingente se distribuyó en los 20 hospitales que tratan esta enfermedad en el país, entre ellos, el Eugenio Espejo y el Pediátrico Baca Ortiz, donde se atiende a niños con hemofilia.

 En estas 20 casas de salud se atiende a un aproximado de 850 pacientes. Con la compra de este lote se garantiza el tratamiento para los próximos dos meses. ¿Después de eso, qué pasará? Alvarado señala que se continúa con los procesos de adquisición y compra progresiva para saldar la demanda existente. La hemofilia es una enfermedad que se caracteriza por los problemas de coagulación de la sangre. 

Se presenta solo en hombres desde tempranas edades, en especial, durante la vacunación, salida de dientes o cuando empiezan a gatear y hay un corte con sangrado excesivo.

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