El sur y este de Europa están experimentando temperaturas inusualmente altas para el verano, con noches tórridas y olas de calor, según las agencias meteorológicas de la región. Los servicios meteorológicos nacionales advirtieron que los calores extremos pueden persistir hasta finales de la semana.
En Polonia, el Instituto de Meteorología aconsejó a la población evitar salir de casa durante las tormentas o cuando se prevean temperaturas muy altas. Las autoridades decretaron la alarma en cinco de las 16 provincias debido a temperaturas superiores a los 34 grados, y la posibilidad de tormentas eléctricas, inundaciones y vientos fuertes de hasta 90 kilómetros por hora.
Las regiones del sur y este de Polonia alternaron altas temperaturas con fenómenos de baja presión, lo que provoca granizo y descensos ocasionales de temperatura por debajo de cero grados. Estos fenómenos, combinados con fuertes vientos, causaron graves daños en cientos de localidades, más de mil intervenciones diarias de los bomberos y el cierre de parque y zonas de acampada.
En Ucrania, el Centro de Hidrometeorológico reportó temperaturas superiores a los 35 grados, que podrían superar los 40 grados en algunas regiones. La ola de calor coincide con los apagones eléctricos programados debido a los bombardeos rusos.
Grecia, que vivió el junio más caluroso registrado desde 1960, enfrenta temperaturas que superan los 40 grados en varias áreas. La combinación de altas temperaturas y fuertes vientos incrementó significativamente el riesgo de incendios forestales. En Macedonia del Norte, las autoridades solicitaron ayuda internacional para combatir los incendios que surgieron en medio de temperaturas de hasta 43 grados.
Se registraron 26 incendios en las últimas 24 horas y el gobierno declaró una “situación de crisis” por 30 días, permitiendo la participación del Ejército y la Policía en las labores de extinción.
