POLÍTICOS BURBUJA
Es malo escuchar siempre y a toda hora que todo es perfecto y que todas las decisiones son acercadas. Vivir en la burbuja de la ‘perfección’ solo aleja a las personas de la realidad. Así viven algunos políticos y gobernantes, engatusados por aduladores y engañados por el falso termómetro que dibujan las redes sociales. Romper esa burbuja es complicado cuando ya se sienten cómodos. Lo peligroso es la ceguera que nubla al gobernante e impide que tome decisiones dirigidas realmente a resolver los problemas concretos de los ciudadanos. Por eso es bueno que los gobernantes se rodeen de personas de su confianza con la plena certeza de que dirán la verdad de lo que opinan, por más duro que sea. Por eso es bueno que existan medios de comunicación críticos, que sean ese cable a tierra de los problemas más cercanos a los ciudadanos. Por eso es bueno que la sociedad sea más activa y menos pasiva, que exija a sus gobernantes cumplir las promesas de campaña por las que fueron escogidos. Podrán vivir engañados dentro de su burbuja, pero nunca podrán engañar a los ciudadanos y a su conciencia, que los acompañará y les recordará todos los días lo que hicieron y no hicieron, lo que cumplieron e incumplieron. Esa jueza nunca falla.