LA GRANDEZA DE OLGA LUZURIAGA, NO ESTUVO EN SUPRIVILEGIADA TALLA, LA CALIDAD DE JUEGO LA HIZO LEYENDA

Han pasado un poco más de 50 años, desde que la prominente figura, de una jovencita, comenzó a caminar por los pasillos y aulas, del legendario Colegio 28 de Mayo de Guayaquil. En la frescura de sus primeros años de adolescencia, quizás, no pensó, que había dado sus primeros pasos, a escribir su nombre para la eternidad del baloncesto ecuatoriano. Para Ángel “Pincho” Quiñones, Olguita era un diamante fino, que había que pulir, el profesor de EF, vio en la espigada jovencita, un enorme futuro, no solo para su Colegio, también para el baloncesto del país, que adolece de estatura. Pincho, supo llegar al sentimiento de Olguita y la involucró en este deporte que tanto amamos. El Profesor Ángel Quiñónez, no se había equivocado. El 28 de Mayo a finales de los 70 ‘s nacía una Estrella, OLGA LUZURIAGA C. Fue campeona con su Unidad Educativa, desde sus inicios de estudios secundarios, hasta el final de su paso, por la gloriosa Institución Educativa. Muy pronto, su gran calidad y apreciable talla, expandieron su naciente fama. Para 1972 integró la selección de Guayas con la que ganaron el campeonato nacional. EMELEC decide incursionar en el baloncesto e invita a Olga a ser parte del famoso Club guayaquileño. Con Emelec se cansaron de ser campeonas de los torneos que jugaron. Varias selecciones nacionales, contaron con su talento .Integró tres selecciones nacionales a juegos Bolivarianos, entre 1972- 74, en este último, se convierte en la jugadora clave de nuestro país, para darnos la Medalla de Oro en Táchira Venezuela. En 1974 el Círculo de Periodistas de Ecuador, la galardona, como la MEJOR JUGADORA DE ECUADOR. No pararon los elogios, para la espigada jugadora guayaquileña. Tenemos que destacar, el apoyo que recibió Olga, por parte de la Dirigencia del baloncesto nacional. Supieron estimular, el esfuerzo de la deportista, por superar su nivel de juego. Olga respondió con creces, el trabajo de dirigentes y entrenadores. Integró selecciones ecuatorianas en el mundial de Brasil, Sudamericanos de Riobamba y Lima. En todos fue elogiada por la calidad y garra de su juego. Olga era refuerzo obligado de todos los clubes, de varias ciudades del país, que buscaban asegurar un campeonato, con la espigada jugadora de Guayas. Su brillante carrera, contó, aparte de Ángel Quiñónez, como su formador inicial, también fueron muy importantes, Honorato Haro y Enrique Zeballos Avellaneda, quienes ayudaron a elevar su nivel técnico. MUCHAS GRACIAS OLGA LUZURIAGA, POR SER PARTE IMPORTANTE, DE NUESTRA HISTORIA BASKETERA.

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