
Las últimas horas de Claudia Martínez Barberán, de 38 años, estuvieron marcadas por apariciones públicas en discursos y entrevistas. Era abogada de profesión y tenía un mes y medio cumpliendo el cargo como directora de Seguridad Ciudadana y Control Territorial del Municipio de Portoviejo, de acuerdo a los registros de la Contraloría General del Estado.
Según el historial de declaraciones patrimoniales, de la misma institución, la víctima fue servidora desde 2017, trabajando como asistente de asambleísta; luego, con diferentes roles en el Ministerio de Derechos Humanos y Cultos; y, finalmente, en el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI), donde llegó a ejercer como directora de diferentes centros de privación de libertad, entre 2023 y febrero de este 2024.
Su última función jerárquica en una cárcel la cumplió en el Centro de Detención Provisional (CDP), de Guayaquil, pero también estuvo a cargo de la prisión femenina e incluso de la antigua Penitenciaría de Litoral, conocida popularmente como la ‘Peni’, de acuerdo a un documento que consta en los archivos de la Función Judicial. En la Judicatura también destaca un proceso por asesinato que se llevó en contra de Claudia Martínez.
La víctima fue Fausto Enrique Marín Rodríguez, de 41 años. El hombre fue asesinado a tiros en la ciudadela Miraflores, de la urbe porteña, el 27 de diciembre de 2011, dentro de su camioneta Ford, doble cabina, de placa GRK-0074. La víctima había sido citada a ese lugar, para su ejecución. Para el entonces fiscal Julio Vacacela, a cargo del caso, la llamada habría sido realizada por Claudia Martínez.
Sin embargo, en primera instancia ella fue declarada inocente, pero el operador de justicia apeló y logró que fuera condena, pero finalmente, ante la Corte Nacional de Justicia, la mujer fue nuevamente librada de cualquier responsabilidad, según consta en un documento de 2017, mismo año en que ella empezó a ejercer en el servicio público.



