ARBITRAJE, INVERSIÓN Y DESEMPLEO
El desempleo es, después de la inseguridad, el problema que agobia a la mayoría de ecuatorianos. Esa falta de oportunidades laborales incluso contribuye a agravar la inseguridad, pues quienes no pueden conseguir un empleo formal terminan siendo captados por la delincuencia organizada transnacional. Por ello, combatirlo es también aportar a disminuir la delincuencia. Sin duda la empresa privada es la mayor generadora de plazas de trabajo, pero ante la actual crisis económica se necesita que ingresen divisas y ello solo es posible con la inversión extranjera. El financiamiento externo está prácticamente agotado y si se consigue es a altísimas tasas de interés por el elevado riesgo país, por lo que solo los inversionistas extranjeros pueden traer recursos frescos que, además de consolidar la dolarización y generar tributos al fisco, dinamicen la economía al brindar posibilidades reales de ocupación a la PEA (Población ‘Económicamente Activa’), en los diversos proyectos que emprendan en nuestro territorio. Si bien se dijo NO en la consulta al arbitraje internacional, es un asunto que tiene que ser debatido por la academia, cámaras de la producción y la sociedad en general para encontrar los caminos que vuelvan viable la llegada de capitales externos, blindándolos contra la inseguridad, la corrupción, la ineficiencia y la inestabilidad política.