La familia de García permitió que el pueblo viera su cadáver y se despida. Bajo un inclemente sol, los habitantes de la ciudad y zonas rurales formaron filas para este último adiós. Este acto se extendió hasta las 13:00. Luego, el cuerpo fue trasladado nuevamente a Canoa, donde sería velado hasta el martes 26 de marzo, pues se había previsto su sepelio para las 16:00 de ese día en el cementerio parroquial.
Al velorio de la joven alcaldesa arribaron autoridades como el prefecto de Manabí, Leonardo Orlando; el presidente de la Asociación de Municipalidades de la Zona 4, Manuel Panezo; o el burgomaestre de Jaramijó, Simetrio Calderón; todos ellos representantes de la Revolución Ciudadana.