Dr. Juan Carlos Cassinelli Cali
Ex Ministro de Comercio Exterior, Doctor en Jurisprudencia, Director de Global Trade Consulting. Presidente del Comité de Comercio de Inversiones amcham GYE
Twitter: @JCCassinelli juancarlos@cassinelliabogados.com
Dentro de los momentos turbulentos que vive el país, nos llama la atención que en la Asamblea Nacional el 11 de enero de 2024 se haya incluido en el orden del día para su debate el tema relacionado con el Tratado de Libre Comercio entre Ecuador y China, en busca de su ratificación para su posterior entrada en vigencia. Además, sorprende que un tema que requiere un debate amplio para entender claramente el alcance de lo que incluye y de lo que excluye este Tratado de Libre Comercio haya durado unas pocas horas, y en el mismo día se haya suspendido su debate en la tarde. Cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio y luego obtuvo el dictamen favorable de la Corte Constitucional para ser remitido a la Asamblea Nacional, me permití sugerir que tanto el Ministerio de Producción, el Viceministerio de Comercio Exterior, la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea y los distintos actores del sector productivo inicien una socialización y puesta en conocimiento de los alcances de este Tratado de Libre Comercio entre los distintos sectores, sobre todo aquellos que resultan beneficiados y aquellos que enfrentan un desafío bajo los términos de este tratado. Si tomamos en consideración que actualmente las exportaciones hacia China se encuentran en el orden de los 5,000 millones de dólares con un producto atomizado como lo es el camarón, es importante revisar cómo otros productos, como el atún o el plátano, que actualmente pagan un arancel para su ingreso a China (5% en el caso del atún y 12% en el caso del plátano), podrían beneficiarse al pagar 0% con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio. Además, es crucial considerar la posibilidad de exportar otros productos que actualmente no se exportan, como la pitahaya, los arándanos o la quinua. En cuanto al camarón y al banano, el mismo Tratado de Libre Comercio se ha establecido un período de desgravación de 10 años, mientras que en otros productos como el cacao y las rosas esta desgravación se daría en 5 años. Actualmente, el camarón paga un 5%, y el banano e incluso las flores un 10%, lo que representa una barrera significativa de competitividad frente a otros países de la región, como Costa Rica, Perú o Chile, que ya tienen Tratados de Libre Comercio con China, resultando en un evidente aumento de las exportaciones y, por lo tanto, de la producción nacional. Finalmente, el mismo Tratado de Libre Comercio, en el ámbito de las importaciones, libera al 0% una serie de partidas y subpartidas importantes para la industria, todo aquello que tiene que ver con: insumos, químicos, fertilizantes, bombas hidráulicas, palas me cánicas, etc. Estos ingresan inmediatamente sin arancel, al igual que algunos productos para la ciudadanía, como teléfonos celulares, bicicletas, discos duros, cajas registradoras, entre otros. Sin embargo, el Tratado también tiene una lista de productos excluidos por ser altamente sensibles, y por lo tanto no se podrán importar subpartidas relacionadas con textiles, diferentes tipos de telas, calzados, prendas de vestir, confecciones, así como en el caso automotriz: neumáticos, autopartes o radiadores. En el ámbito de metal mecánica: ni perfiles de hierro ni alambre de hierro, y en el caso de la industria: cuadernos, cerámicas, lavabos, entre otros. Productos de sensibilidad media tendrán entre 15 y 20 años para que el país se prepare para posibles importaciones, como artículos de plástico, cacao en polvo, juguetes, maletas, autos, mientras que los productos de sensibilidad baja tendrían entre 5 y 10 años, como conservas, microondas, confituras, cables de fibra, taladros, entre otros. La facilitación del comercio a través de un capitulo que permite crear un Comité con esta finalidad es también un tema que considero importante destacar. Insisto en que, con estos pocos argumentos y ofreciendo continuar con este análisis la próxima semana, me permito observar que se crean grandes oportunidades para el sector exportador, una enorme posibilidad de diversificación de la producción para el sector productor interno, generando así empleo, y para los sectores industriales que importan insumos, también se presenta la oportunidad de abaratar las líneas para aumentar la producción.