Este viernes 19 de enero de 2024 concluye la segunda veda del atún, una medida de conservación y ordenamiento de la especie que fue acordada por los países miembros de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).
La veda, que inició el 9 de noviembre de 2023, paralizó las actividades de 59 embarcaciones con registro ecuatoriano, que aprovecharon el período para realizar labores de reparación y mantenimiento de sus naves. Esta actividad generó decenas de fuentes de trabajo en el Terminal Pesquero y de Cabotaje (TPyC) del puerto de Manta, uno de los principales centros de operaciones de la flota atunera nacional.
Durante estos periodos en el TPyC además se brindaron otros servicios similares para el sector pesquero artesanal e industrial, que incluyen la recepción, almacenamiento, procesamiento y comercialización de productos pesqueros. En el presente año los buques pesqueros con registro ecuatoriano se acogerán a la veda en cualquiera de los dos períodos contemplados entre el 29 de julio al 08 de octubre y desde el 09 de noviembre de 2024 hasta el 19 de enero de 2025.
De los países productores de atún en el mundo, Ecuador es el único país que se somete a regulaciones como las vedas en las que su flota se paraliza totalmente durante 72 días. La veda en el Ecuador es una medida que el Estado ecuatoriano sostiene entre sus políticas de desarrollo sostenible para dar continuidad a la actividad pesquera en busca de preservar la conservación de las poblaciones de atún y otros recursos marinos.
El Contralmirante Ronald Muñoz, gerente de Autoridad Portuaria de Manta (APM), afirmó que el Terminal Pesquero administrado por la APM es el principal punto de descarga del atún en el país, con más de 70 mil toneladas anuales. “Los buques traen la pesca congelada, que luego distribuyen a las plantas procesadoras. Nuestra infraestructura portuaria es vital para el desarrollo de esta actividad, que genera millones de dólares al país”, sostuvo.
