Solo es pisar un centro comercial o una calle o avenida con negocios abiertos para comprobar que a la hora de la Navidad, la crisis económica, política y social puede esperar para otro rato. Como si se trataran de burbujas aisladas, en estos puntos donde se concentra la actividad comercial parece solo importar los buenos propósitos navideños, la ilusión y la alegría de encontrar el regalo perfecto para los seres queridos.
Por eso, aunque de manera general el estado de ánimo de las empresas es de calma y de no ser excesivamente optimistas, la realidad es que quizás este año podrán, nueva y fácilmente, registrar un 40% más de ventas durante este último tramo. “Diciembre es la esperanza para que haya un ‘shock’ positivo en ventas. Usualmente en este mes, en la ciudad, la facturación es un 40% más que en un mes normal.
La expectativa para este año es que se mantenga esa dinámica en el sector comercial y que en relación con diciembre de años anteriores la facturación crezca un 3%. Dicha tasa de crecimiento demuestra que los comerciantes, a pesar de las dificultades actuales, consiguen surcar la situación y generar crecimiento”, explica el director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Juan Carlos Díaz Granados.
Eso va a tono con las expectativas de César Orquera, jefe de marketing de Quicentro Shopping, uno de los ocho centros comerciales a escala nacional que maneja la firma DK Management. “Normalmente hay un incremento del 40% del tráfico de personas en los corredores del centro comercial, eso implica un aumento de ventas en el mismo porcentaje.
Las categorías que más se mueven durante la temporada navideña son juguetería, joyería y ‘fashion’ (ropa); las que menos se mueven son gastronomía y servicios. En nuestro caso, contratamos un 25% más de personas para seguridad y limpieza, aumentamos más del 50% de actividades e invertimos mucho dinero en decoraciones nuevas y disruptivas. En estos primeros días de la temporada de fiestas, en Guayaquil, por ejemplo, incrementamos dos cifras el tráfico, incluso comparándonos con 2019, que es prepandemia.
Y eso, a pesar de que en Guayaquil hay más percepción de inseguridad. Es verdad que allí la gente está temerosa, pero lo que ocurre es que ha elegido las horas del día para comprar, los grandes flujos en horarios extendidos nocturnos ya no suceden. Pero la gente sí se ha volcado a los centros comerciales con un afán comercial brutal”. Desde Cuenca, el presidente de la Cámara de Comercio, Adrián Alvarado, cree que es necesario distinguir la actividad económica entre la formalidad y la informalidad.
“Esta segunda crece muchísimo en Navidad. Nosotros no estamos en contra de que las personas tengan una entrada para sus familias, lleven el pan de cada día, pero siempre invitamos a que crezcamos en la formalidad. Hablando por el lado de la formalidad, los centros comerciales y las tiendas del centro histórico se llenan por el comercio. Pero algo que hay que resaltar este año son las ferias comerciales que se han abierto y es muy bueno para los emprendedores y empresas pequeñas y medianas.
Nuestros socios (600 activos) tienen grandes expectativas por los centros comerciales que se han inaugurado este año en la ciudad. El turismo también impulsa ese optimismo porque Cuenca se está transformando en la ciudad favorita del país para pasar las fiestas. Al margen de la crisis, de la inseguridad, se puede ver una reactivación económica, hay consumo, pero eso lo mediremos luego”. Sin embargo, hay quienes prefieren verlo con cautela. El presidente de la Cámara de Comercio de Manta, Hugo Vargas, señala que “no podemos ocultar el sol con un dedo. De acuerdo a los análisis que hemos realizado, muy posiblemente no se pueda superar los objetivos y metas de años anteriores.
El desempleo y la inseguridad sí afectan al sector comercial. Podríamos tener mejores resultados, pero lamentablemente el país atraviesa por una situación compleja en el aspecto financiero, lo cual dificulta el acceso al crédito. Ahora bien, estos días, los diferentes establecimientos comerciales realizan campañas para motivar el consumo y hay un movimiento mayor de la actividad comercial.
Nuestros socios están preocupados pero optimistas. No podemos bajar los brazos, tenemos que seguir produciendo y vendiendo. El empresario y comerciante de esta ciudad es dinámico y emprendedor”. La presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, Mónica Heller, por su parte, adiciona un problema más al comercio este año: los cortes de energía.
“Prever cómo nos irá es supremamente difícil, tenemos mucha expectativa de que sea un diciembre bueno, pero en realidad es muy complejo con los cortes de energía y con la crisis de seguridad, son factores que no se han dado en otros diciembres. Tenemos esperanza de que las cosas se estabilicen y mejoren. Nuestro pedido es que haya consideración en cuanto a los cortes, porque los locales no pueden cerrar en la temporada navideña. Ojalá hayan medidas que nos acompañen en el proceso comercial”.
