La crisis de generación eléctrica del país, además de pérdidas en la producción, genera gastos no previstos para el Estado. Uno de los principales es en combustibles, especialmente fuel oil y diésel, que emplean las principales plantas termoeléctricas para generar energía.
Según las cifras de Petroecuador, en condiciones normales esas generadoras necesitan 250 mil barriles mensuales de combustibles, cifra que aumentó para enfrentar la crisis por el estiaje, así lo indicó Reinaldo Armijos, gerente de Petroecuador.
Es decir, que el consumo de combustibles para generación eléctrica se duplicó y hasta septiembre representó para el Estado un gasto de más de 110 millones de dólares.
En julio las termoeléctricas consumían 22 mil barriles de diésel, pero a septiembre necesitaron casi 140 mil barriles. De gasolina, el consumo subió de 195 mil barriles a más de 430 mil, mientras que de residuos de petróleo en julio se entregaron 35 mil barriles y a septiembre ya eran más de 120 mil.
La generación de energía eléctrica con diésel es la forma más cara de producirla y se estima en alrededor de 40 centavos por kilovatio, cuando la producción hidroeléctrica está en alrededor de nueve centavos el kilovatio.
CENACE calculó que, entre octubre y diciembre, el sistema de generación eléctrica consumirá casi 500 mil barriles adicionales de diésel.