Un censo de la Cámara Inmobiliaria Ecuatoriana, que midió la comercialización de inmuebles en nueve provincias, determinó que durante el primer semestre del 2023 el 56% de las ventas fueron en casas, cuya mayoría se encuentra en urbanizaciones. Una de estas razones es porque los clientes buscan zonas cerradas con guardianía privada debido a la inseguridad, principalmente en Guayas, Pichincha, El Oro y Manabí dónde la delincuencia incrementó.
Tras analizar la información recabada de 1 400 corredores de bienes raíces, les llamó la atención el tipo de financiamiento con el que se han adquirido las viviendas, en medio de la crisis social y política del país. “Solamente del 100% de las operaciones que se registraron, el 48% se hicieron a crédito, el resto todo fue de contado”, dijo Sue Murillo, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria.
Ese fenómeno financiero se registró más en dos provincias de la Costa: en Manabí el 79% de los clientes pagaron al contado esos inmuebles usados y nuevos, mientras que en El Oro fue el 62%. El resto accedió a un crédito bancario. El sector inmobiliario desconoce de dónde viene ese dinero.
Por su parte la asociación de promotores de viviendas del ecuador, señala que hay una evolución en la oferta de construcciones nuevas. En este año, solo 7 de 10 familias accedieron a contratos en proyectos inmobiliarios ofertados en ferias.