SE BUSCA LAS MEJORES PROMESAS
La segunda vuelta electoral está decidida, los contendientes se preparan, ahora sí, más allá de la distracción que podían significar las otras opciones que se quedaron con sus minorías.
La candidata de la Revolución Ciudadana, disfruta en Manabí de una amplia preferencia, sólida por lo recurrente del caudal y el aporte casi total al cuerpo de asambleístas, pero Manabí no es el Ecuador. El joven y acaudalado empresario es una irrupción dispuesta a superar con facilidad la ventaja de casi diez puntos que le lleva la primera, puede convertir la novelería de ser joven y ofrecer un discurso creativo en un sólido producto de campaña para multiplicar adeptos.
Si las carencias nos asfixian, no descartamos las promesas mientras llegan o no las soluciones, para colmo inmediatas. Interesa ahora el tipo de oferta cautivante. Regresar de la inseguridad avanzada ¿hasta dónde? ¿al comienzo? ¿desaparecerla hasta que se convierta en seguridad? ¿Quién da más?.
Ganar votantes fuera del monto conseguido es lo esencial, el trabajo técnico de los especialistas es otra competencia subterránea, parecería que juegan limpio, aunque la campaña sucia ayuda. Con todo, al elector le gusta que le ofrezcan soluciones. Si acabar con las muertes no es comerse una manzana, el crimen no espera. Prometan.