EXAGERAR LA EXAGERACIÓN
¿Exageramos nuestra situación actual? Hay muertes reportadas todos los días, pero no afectan directamente a nuestras familias, sería la apariencia para sostenernos en pie con algún optimismo. El gobernante atenúa su desgobierno, aduciendo que deja un país con el motor de la economía encendido. ¿Es eso empequeñecer el tamaño del desastre?.
Exagerar las cualidades de la realidad, es una narrativa que hemos sufrido de manera cotidiana, especialmente durante los últimos años. Nos han vendido un desaforado mensaje para convencernos de que todos los males vienen desde un Estado obeso, por tanto, su reducción era lo saludable. Se despidieron médicos, enfermeras, profesores. Se redujeron presupuestos sociales en recortes hasta evidenciar las carencias.
Ahora ese Estado se ve engrosado por la presencia del narcotráfico, pero no sabemos con certeza cuánto. La exageración pone las denuncias en situaciones de interés hasta el escándalo, o se calla exageradamente la responsabilidad oficial en estos hechos. Exagerar es la especulación del día a día, el pan que nos alimenta, para inmediatamente ponernos unos contra otros, todos contra todos.
Cuando se hace de la exageración un negocio, como para hundir o rescatar rivales o amigos, los manipulados nos encontramos al borde del odio mutuo. Desconocemos la realidad, aunque tomamos partido por la que nos convenció, y puede que sea a muerte.
