VALIDEZ DE LAS CÉDULAS
En una entrevista exclusiva para un canal de televisión universitario en la ciudad de Guayaquil, el presidente Guillermo Lasso, confesaba a futuro, como ha sido su estilo, las obras y servicios que nos beneficiaría a los ecuatorianos conforme avancen los días, y de esto ya pasaron como dieciocho meses. Muy comedido el entrevistador, le dio crédito a todo lo afirmado, pero le hizo un cordial pedido: las cédulas y pasaportes se volvían casi imposibles de obtener, siendo una tarea fácil de lograr, según él. Lasso le dijo que eso lo corregiría inmediatamente.
Hasta el día de hoy, esperamos pacientemente los turnos que se asignen para la cedulación, y peor para obtener pasaportes en caso de viajes, el servicio sigue en demora y las especies escasean desde entonces. Lo peor, ocurre mientras declaran oficialmente, la caducidad de las cédulas según su fecha de validez. Documento imprescindible para todo trámite financiero, comercial o de servicio, sea público o privado.
Muchos ecuatorianos se verán privados de realizar trámites, porque no pueden renovar su cédula de manera inmediata. Este es apenas otro escenario de los servicios decadentes que presta el Estado a sus ciudadanos, llevan años sin poder cotrregir, eso que el periodista comedido afirmó como una tarea simple y de fácil cometido por parte del sector público. Hablar de tramitadores sería como decir corrupción, y de eso mejor no hablar.