CONEXIÒN AL DESARROLLO
La llegada de la aerolínea Copa, procedente de Panamá, con pasajeros interconectados desde distintas ciudades de Estados Unidos, nos deja un sentido para la aspiración permanente de Manta, servir de conexión hacia el norte y sur de América, como
el punto central de mejor referencia geográfica entre distancias y costos.
El optimismo que despierta el primer vuelo, debe sostenerse en incrementar frecuencias y multiplicarlas progresivamente. Eso sería pasar de la factibilidad a los resultados apetecidos por las empresas, hasta consolidar rutas y movilidad de pasajeros.
Este buen ejemplo podría replicarse en la actividad portuaria, con lo que la ciudad, y la provincia ganarían en conquistar un objetivo perseguido por mucho tiempo, convertirnos en el centro de transferencias de cargas, estratégico para el comercio marítimo.
Soñar no cuesta nada dice lo popular, pero sostener el arranque logrado en convertir la pista del aeropuerto en internacional, es el primer paso. Desde ahí no debemos regresar, por el contrario, trabajar de manera asidua en incrementar las frecuencias
y atraer más compañías aéreas para sumar vuelos hacia el despegue final al desarrollo. La conexión es nuestro futuro y debemos venderla de manera precisa, con eficiencia y sostenibilidad. Que vuele no solo nuestro entusiasmo, también la responsabilidad de hacer por nosotros las cosas bien.
