OLEAJE ESPECULATIVO
Basta soltar un rumor: el fenómeno “El Niño” impedirá sembrar un 25% en la superficie para cultivos de arroz debido a las inundaciones. Así el precio del quintal de arroz se disparó a niveles insoportables para el bolsillo popular, primer consumidor de la gramínea. También que el proceso de calentamiento de las aguas lleva a los peces hacia aguas más profundas, limitando el alcance de los pescadores artesanales a las piezas tradicionales de la comida.
El precio de la cebolla, de buena parte de la producción llegada desde el interior del país, encarece mediante la especulación, porque se han levantado rumores dispuestos a disminuir la oferta, de manera tal que la demanda eleve los precios. Tácticas dispuestas por grupos enterados de información privilegiada, dispuestos a la especulación como forma de sustentación de sus negocios, en un mal entendido libre mercado.
En un entorno de gobierno saliente y destacado por la debilidad y la inacción, quedamos los consumidores a merced de tales negociantes, prestos a pagar lo que nos ofrecen a cargo de reducir el presupuesto destinado para otro tipo de actividades que deben limitarse en beneficio de la alimentación.
Sobrevivir en estas condiciones asfixia nuestras posibilidades como consumidores, y sumado a la inseguridad no hay cuerpo que lo soporte.