EDITORIAL

INVERTIR EN LOS POBRES

Pobres, lo que se dice pobres son ahora mismo en el Ecuador la tercera parte de la población. Gente acometida generosamente por las carencias desde lo básico, agua potable, alcantarillado, educación de calidad, salud pública tenue…principalmente un ingreso muy bajo para dedicarlo casi de manera exclusiva a la alimentación.

El Estado se aleja paulatinamente de ellos, cuando la visión de quienes gobiernan privilegian los recortes presupuestarios. Como ahora, o desde hace seis años, amparándolos apenas con subsidios a una parte de ellos, quienes naturalizan esa subsistencia a niveles mínimos de lo normal.

Invertir en los pobres no es rentable para quienes buscan rendimientos cuantitativos, como reducir el déficit fiscal, mejorar la posición del riesgo país, incrementar las reservas internacionales. Invertir en ellos en función de ubicar logros cualitativos tiene significado de ganancia para todos.

Esa ganancia consiste en oportunidades para mejorar en su educación, mediante infraestructuras dignas, con espacios cómodos para aprender y educarse. Una cobertura total en vacunas para inmunizar a los niños de enfermedades mortales, ayudaría mucho. Acercar los aprendizajes de oficios técnicos y autónomos a los jóvenes para generar oportunidades inmediatas. Invertir en ellos es principalmente cerrarle la puerta de entrada a las escuelas del delito, siempre dispuestas a capturarlos en su abandono presente.

MÁS NOTICIAS

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore