El inicio de los cortes programados de electricidad preocupa a los representantes de la Unión de Panificadores del Ecuador. Su presidente, Eduardo Jiménez, asegura la medida generará pérdidas muy fuertes en este sector, el cual no logra recuperarse económicamente tras la pandemia del covid-19. Dice que este gremio cuenta con más de 25 000 socios, a escala nacional, y 90% de ellos utiliza hornos de electricidad con gas.
“Estamos con las manos cruzadas para contrarrestar este fenómeno que nos afectará gravemente como productores y artesanos”. En esta semana se reunirán los dirigentes de la asociación para analizar las medidas que van a tomar. Pidió al presidente electo del Ecuador, Daniel Noboa Azín, una cita para buscar una estrategia y que los apagones no les afecte en mayor grado. Teme que sus colegas quiebren y se cierren locales de forma masiva. “Todos deben pagar arriendo y servicios básicos que es muy duro”.
Mauro Sánchez López es dirigente de los panificadores de Esmeraldas. Dijo que la situación es crítica en su provincia. “Los que puedan tendrán que comprar un generador eléctrico aunque son muy caros. Cuestan más de USD 1 000 y no todos los compañeros están en capacidad de adquirirlos”. A esto se suma que, por la inseguridad, varias panaderías dejaron de funcionar definitivamente. En esta semana, cinco vehículos fueron incinerados y eso afecta al comercio, expresó el directivo.
Otros panificadores preparan el producto en sus casas y lo reparten a bordo de sus motocicletas en los barrios. El problema es que los delincuentes les roban sus vehículos. “Por todo lado vamos a pérdida”. Álex Intriago, representante de Guayaquil ante la Unión de Panificadores del Ecuador, expresó que los cortes de electricidad son un “golpe directo sin escapatoria”, pues sus socios trabajan con hornos eléctricos.
“La producción será a medias porque nos quitarán el servicio en la mañana y tarde”. A su juicio, cerca de 10 000 panaderías se perjudicarán en el Puerto Principal. Asegura que producen pan económico, de USD 0,15, y sus ingresos son bajos, por lo que no pueden adquirir generadores de electricidad. Pidió al Gobierno entrante que los reciba y acoja su plan de trabajo. Dice que necesitan que los precios de las materias primas se estabilicen.
“Sufrimos incrementos abrumadores”. Antes de la pandemia, un quintal de harina valía 32 dólares y ahora 45, dependiendo de la marca. Los 50 kilos de manteca costaban USD 60, pero ahora está entre 90 y 100.