Dr. Juan Carlos Cassinelli Cali
Ex Ministro de Comercio Exterior, Doctor en Jurisprudencia, Director de Global Trade Consulting. Presidente del Comité de Comercio de Inversiones amcham GYE
Twitter: @JCCassinelli juancarlos@cassinelliabogados.com
Ecuador ha suscrito un “preacuerdo” con la República de Corea del Sur, como un requisito previo solicitado por este último país para avanzar hacia la firma de un Acuerdo Estratégico de Complementación Económica entre nuestras naciones. Al analizar la información recibida, es importante destacar que la contraparte en este acuerdo es un país con una población de 52 millones de habitantes, de los cuales el 80% vive en áreas urbanas y disfruta de un alto poder adquisitivo, ya que son la décima economía más grande del mundo. Además, la balanza comercial muestra que en 2022 tuvimos un déficit de 181 millones de dólares y hasta junio de este año, un déficit de 149 millones de dólares. Por lo tanto, un posible acuerdo permitiría un mejor acceso de nuestros productos a ese mercado. Corea del Sur se caracteriza, además, por imponer grandes aranceles a los principales productos ecuatorianos, como el 20% para el camarón, el 30% para el banano y el plátano, el 45% para el palmito, el 20% para el atún, el 25% para las rosas y el 45% para los chifles, lo que evidencia lo mencionado. Según la información recibida, se espera que estos aranceles se reduzcan gradualmente en la mayoría de los casos, en un periodo de entre 3 y 15 años a partir de la entrada en vigencia del acuerdo. Esto ocurriría una vez que se completen los pasos necesarios para su firma, se obtenga el dictamen favorable de la Corte Constitucional y sea aprobado por la Asamblea Nacional. Por otro lado, se ha indicado que en el “preacuerdo” se protegen sectores sensibles, como textiles y confecciones, metalmecánica, línea blanca, tableros de madera, lácteos, arroz, azúcar, maíz, aceite de palma, entre otros. Sin embargo, se señala que varios de estos productos tendrán un período de desgravación de hasta 15 años para permitir que la producción local se prepare adecuadamente para competir con los productos coreanos. Como siempre, insistimos en la necesidad de llevar a cabo una amplia socialización en todos los sectores durante el actual gobierno y el siguiente, con el fin de mostrar las oportunidades que nuestro país tendría al firmar este acuerdo. Esto asegurará que, en las instancias de conocimiento y aprobación subsiguientes, exista un convencimiento pleno por parte de la mayoría de los representantes sobre la importancia de impulsar la entrada en vigencia de este protocolo.