
Dr. Medardo Mora Solórzano
Dr. en Jurisprudencia, Rector fundador de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, ex-Alcalde de Manta, ex-presidente del CONUEP y luego CONESUP
Mañana es Navidad, fecha de enorme trascendencia en el mundo occidental, especialmente para los católicos. Durante los días previos en este mes de diciembre se hacen reuniones de fraternidad entre amigos, compañeros de trabajo, vecinos de barrio, familiares, en las que se brinda y comparte con el mejor de los ánimos. Se renuevan esperanzas, hasta llegar a la cena familiar de esta ‘Nochebuena’, cobijada por el tradicional árbol de Navidad, música de villancicos y un pesebre inspirador de recuerdos y de esa unión que tanto anhelaba el nativo de Belén. ¿Quién es el personaje que motiva a seguir sus prédicas, sus proverbios, sus enseñanzas? Es Jesucristo, el “Hijo de Dios hecho hombre”, aquel que inculca el amor como el más sublime de los sentimientos, el que nos estimula a vivir en paz. Su prédica es “amaos los unos a los otros”, ser solidarios, “amar al prójimo como a uno mismo”, obrar con desinterés, no esperar recompensas por la acción que realizamos, no guardar rencores, sabiendo que esa actitud es dañina para el uno y el otro. Aquello explica la parábola de invitar a la ‘oveja descarriada’ a regresar al redil. Por eso el perdón de los pecados, “el perdón y olvido”, haciéndonos notar que sin olvido no hay perdón; es mantener un resentimiento perturbador. “Si alguien es loco, el otro debe ser cuerdo”. Y advertía: “La maldad es como la cizaña, si no se la combate termina con la hierba buena”. Desde mi visión laica, el mensaje de Cristo es en esencia un código de comportamiento profundamente humano, que invita a ser comprensivos, misericordiosos, a entender que nada engrandece más que la bondad. Saber resignarnos cuando no es posible hacer o evitar algo. En su mensaje a sus apóstoles les pedía vivir en armonía, no juzgar a las personas por sus defectos o errores, sino por sus principios, virtudes, sencillez, humildad, dignidad, por su preocupación por los pobres; en síntesis por su riqueza espiritual. Su sabio mensaje ha perdurado más de 20 siglos y cuenta con más de mil millones de creyentes. P.D. El país pierde un verdadero líder democrático: Rodrigo Borja.



