
El sistema eléctrico ecuatoriano recibirá un nuevo impulso tras la aprobación de un financiamiento de USD 300 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), gestionado por el Ministerio de Economía y Finanzas.
Los recursos permitirán modernizar y ampliar la capacidad de transmisión y distribución en todo el país, con énfasis en la transición hacia una energía más segura y sostenible.
Una de las prioridades del proyecto será la ampliación del acceso eléctrico en la Amazonía, donde se prevén obras de extensión de redes que podrían beneficiar a más de 5.600 hogares rurales y urbano-marginales hacia 2031. Esta intervención permitirá cerrar brechas históricas y avanzar hacia una transición energética más justa e inclusiva.
El programa contempla inversiones estratégicas que incluyen la modernización y digitalización de centros de control, la actualización de subestaciones y la implementación de tecnologías avanzadas de medición y supervisión.



